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te gustaría
pasar?- pregunte dudosa ya que primero no lo conozco mucho y segundo tenia
miedo de que me rechace. El me miro sorprendido y dudoso pero con una sonrisa.
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Pues no lo se ,
no quiero molestar- me dio una media sonrisa
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No molestas, aparte como piensas que voy a llegar a
sentarme o algo si apenas puedo caminar y además no creo halla nadie en casa.-
lo mire picadamente y el se rió.
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Esta bien pero
solo un rato que si no se van a preocupar- sonrió y yo también.
Saque la llave y abrí, el me ayudo a pasar y a
sentarme en el sillón de la sala de estar al frente de la tele. Estaba la
mucama así que la llame.
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Susan? – Susan
era realmente una buena persona ella es mas como una segunda madre, ya que
siempre esta cuando necesitamos algo. Ella es algo bajita para su edad, tiene
el cabello demasiado negro, pero tiene cara de ángel.
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Si, señorita
¿necesita algo?
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Pues si , me he
torcido el pie y no puedo caminar porque todavía me duele un poco, así que
podrías traernos algo para tomar, por favor- mire a Sebas – que quieres tomar-
le pregunte
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Un jugo o lo que
sea, por favor-
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Si yo también- le
sonreí a Susan- y podrías traerme hielo para el pie también, por favor
-
Por supuesto, en
seguida regreso.
Nos miramos y entonces los dos empezamos a hablar al
mismo tiempo.
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Bueno…- los dos
dijimos y yo desvié la vista para mirarlo nuevamente y el me miraba con cara
chistosa entonces me empecé a reír y el siguió
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Te duele –
pregunto de pronto.
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Un poco pero no
mucho, no se que hubiera pasado de no haber sido vos con quien me choque- y me reí
nerviosa
-
Bueno entonces
puedo decir que tuvimos suerte-
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No se vos, pero
yo si tuve suerte- y me sonroje
-
Yo tuve la suerte
de encontrarme contigo, mi lady- y nos reímos.
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Bueno y contame
¿¿te vas de vacaciones??
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Si bueno me voy a
la playa unos días y después al campo de mi papá.
-
De enserio, que
haces en el campo??
-
Bueno tenemos
establos por lo cual cuido a los caballos, hago equitación y juego al polo así
que los tengo que entrenar y todo eso y bueno después pileta y otras cosas
aburridas. -yo lo mire algo sorprendida cuando me dijo sobre los caballos por
lo cual me pregunto- ¿que no te gustan los caballos?
-
No, me encantan, es que me sorprendió que vos hicieras equitación-
lo mire con una sonrisa.
-
Y ¿Por qué te
sorprende tanto?
-
Bueno es que es
muy raro que los dos hagamos equitación
-
Wow, no tenia ni
idea que hacías!-dijo demasiado sorprendido
-
Porque tan
sorprendido- Pregunte interesada
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Es que no me
esperaba eso de vos, pareces una chica de ciudad. ¿Cómo es que te llegaron a
gustar?- me puse colorada ante esa
pregunta
-
Bueno… me
gustaron desde siempre pero me empezaron a gustar más después…yo…es que a un
chico que me gustaba le encantan los caballos y hacia polo y equitación y yo una vez lo fui
a ver y me fascino ver a los caballos saltando.- me sonroje y seguí contando-
para ser sincera me gusto mas el caballo que él por lo cual le pedí más tarde a
mi papá que me llevara a clases de equitación y hace 3 años que hago- le sonreí
-
Interesante
historia- me miro divertido y en eso vino Susan a traernos los jugos y el hielo.
Me acomode en el sillón y puse mi pie sobre la mesita ratona para poder apoyar
el hielo.
-
Bueno ya te conté
la mía ahora contame la tuya-lo mire y le di una sonrisa tímida
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La mía no es nada
de otro mundo, a mi abuelo le encantan los caballos así que cuando yo era chico
me enseño a andar pero yo le tenia algo de miedo ya que yo era chiquito y los
caballos gigantes, pero mi abuelo me subió y con el tiempo me acostumbré y
después no podía dejar de andar y fin.- me miro y nuestras miradas se
encontraron, nos fuimos acercando pero no me anime entonces baje la cabeza toda
colorada
-
Lo siento –
seguía con la cabeza gacha y sentí su mano alzando mi mentón lentamente y
cuando nuestros ojos se encontraron yo estaba coloradísima sentía como hervía
la sangre bajo mi piel. Pero el solo sonrió.
-
Creo que ya debo
regresar a casa es tarde y mis papas se deben estar preguntando en donde estoy-
se levanto y camino hacia la puerta. Yo lo seguía con la mirada, observaba
todos y cada unos de sus movimientos, por eso cuando se giro yo me sorprendí y
me puse mas colorada si es que podía, me sonrió, me guiño un ojo.
-
Llámame si
necesitas algo- y desapareció por la puerta.
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Chicas por favor comenten!! hace mucho que nadie comenta y no se que les parece!
